Siempre se van.

Siempre se van.

El orgullo y su forma de ser, el veneno y la navaja, siempre me sorprende que aún siendo tan importantes en un parpadeo ya quieren irse de mi lado. Y tú, tal vez pensarás que es culpa mía, que la he tratado mal, pero te sorprenderías si supieras lo que doy.

Eso es, tal vez, mi problema es darlo todo, pero, ¿por qué debería dar algo a medias?,¿quién les enseñó a los demás a no darlo todo?, ¿Por qué ser tan mediocres?.

Si decides irte, si decides herirme, si prefieres el orgullo, el dominio y el control, entonces vete. Vete por que siempre se van, eso es lo que todos creen normal, es lo que hacen para estar cómodos, para seguir siendo iguales, para luego quejarse que todos somos iguales, que nadie vale la pena, que nadie nos quiere, que nunca llegará el amor de nuestra vida, que no vas a rogar, que jamás nadie ha pensado en ti, que nunca te entienden, que cualquier persona que te quiera se acomodará a tu forma de pensar. Vete, que si me preguntas a mi, yo no me iría, yo no estoy en esa sintonía, no comparto el mismo ideal ni la misma fuerza, no comparto el pensamiento de soltar, ni de sentirme digno, tampoco comparto el sentimiento de ser superior o inferior. 

Siempre se van.

Nunca he podido pensar en mi, y si lo hiciera, tengo miedo de quedarme solo. En estos tiempos tan cómodos nadie quiere demostrar cariño, nadie se pierde en amor, nadie cambiaría un viernes por un lunes, y como nadie da lo que yo doy, tengo miedo de quedarme solo.

Nadie, nadie apuesta por mi, quizá por que en las apuestas se puede perder y nadie quiere perder.

Nadie correría contra el viento y la marea por verme, nadie se escaparía y como si fueran bandidos venir a robarme la vida, como yo lo haría por ti.

Siempre se van.

La historia del hombre más impresionante del mundo y sus razones para llorar.

Siempre se van y me dejan el mismo sabor en los labios. Siempre me doy cuenta que ellos son más importantes. Que lo que yo doy, lo que yo pienso, lo que yo hago, nunca será suficiente.

Estoy con la ventaja de muchos años pensando, mi pensamiento y mi forma de querer, muchos años necesitas vivir para entenderme.

Y cuando la luz se apague y me encuentre solo en mi habitación me daré cuenta quienes han venido a buscarme, quienes me han querido con la fuerza del tiempo y han luchado por que la sangre me siga bombeando por las venas para estar siempre conmigo. Me verán los ojos, los que me quieran ver, y me amarán los que piensen de mi como el hombre que quise que ellos conocieran y haré de mi vida una historia tan interesante y bella como reír a carcajadas.

Siempre se van, y me quedo recordando las cosas que he perdido y la gente que se fue, tantas veces he sufrido que en vez de dolor, es decepción. Espero, con las manos en mis letras y mi corazón abierto poder lograr ser la historia que yo siempre quise regalar.

Y como recompensa me llevaría saber que pude cambiar, para bien, la vida de alguien más, llenándola de sabiduría, cariño y paz.

Nelson Quintero G.