Blanca mujer.

Eterno suspirar que avanzas con las olas

y la luz se torna blanca contorneándote la piel,

con el fuego eterno de tus cabellos,

sonrisa dulce, labios de miel.

Verdes colinas de purpuras flores,

vi la luna resonar con la luz de tu ser,

alegre suspiro, eterno consuelo como la vida al amanecer.

Dibujando mi mundo de colores.

Espacio, silencio y el aire entre mis manos,

un momento perdido en la inmensidad del ser,

capturando tus ojos pensando en tus cuadros

que estoy tratando de resolver.

Llegaste,  ¿Cómo llegaste?

Te esperaba con las flores de abril,

el viento me trajo un susurro con tu nombre

y lo recibí con mis letras de amor sutil.

Destino, fiel compañero, lléname de amor.

En mi barca navego un mar tejido en esperanza

y el suave vaivén me mantiene despierto

para perderme en tus aguas y encontrarme en tu viento.

Como las plantas y el sol vivo contento,

vivo en tu luz mujer, aleja este desierto

que nos mantiene lejos, tu y yo bebiéndonos el tiempo,

como un par de aves al atardecer.

Nelson.

 

Pierre Auguste Renoir - Jardines y flores-