Eterno

Bella, como la paz, como las montañas,

como los recuerdos de grandes hazañas,

he visto a dios en tus ojos

y me contaron la historia del tiempo.

A tu lado mi carga se volvió ligera,

tus lindas manos calmaron mi tormenta,

tu sonrisa desvistió mi alma 

y volvió la calma que tanto anhelaba.

Volvió a mi pecho un viejo sentimiento,

de atracción, de amor, de estar contento,

que difícil ha sido encontrarlo y sin buscarlo

poco a poco va llegando.

Tu piel me abriga en este frío intenso,

en la lluvia, en el desierto,

buscaba cada vez más tu compañía

que me pone a imaginarme  fantasía.

Siempre tu, de las demás lo haría contigo,

que difícil situación cuando manda el corazón

y la razón parece perdida en el espacio,

caminando lentamente sin cansancio.

Yo, un hombre con los ojos en la luna,

he descubierto un tesoro, una fortuna,

bajo el roce de tu piel y el sabor de un beso.

Tomé el valor para beber del dulce manantial.

Y por siempre volver a esos momentos

que guardaré en estas letras,

volverte a tener ahí bajo mi tormenta

y que me vuelvas a calmar con tus manos
mis locuras.

Y en otra aventura seguir pensando que no estoy equivocado,

seguirte escribiendo sin lastimarnos,

seguirte dibujando mis palabras en los ojos

para que tu corazón las guarde por mi.

Para eternizarnos con mis letras.

Nelson Quintero G.