En ti.

Belleza de mujer,

tus colores son cálidos como el atardecer

y tus labios tiernos, dulces, frutales, 

pasan por los míos, bebiéndome el sabor de los placeres.

Tus ojos, como luz divina

son un libro abierto, la luz que me calcina,

me quema, me agrada, me gusta, pasión de mi alma,

nunca dejes de tocar mi esencia con esa calma.

Eres mi rincón en este infierno,

me pierdo como un tonto cuando me atrapas

y no puedo dejar de verte, me enloquezco al momento

en que tu piel toca por placer mis piernas,

 pones a vacilar mi ser.

Tu voz, oh tu lindo hablar,

me desvistes con tu forma de expresarte,

al buscarme, cuando me llamas, cuando me celas, 

te escondes dentro de mi para jamás olvidarte

y seguir recordándote en mis letras.

Pasión hermosa que te cubres de amor,

misterio oculto entre ceja y ceja,

que habrá mas allá del corazón

¿que podrías guardar tras estas rejas?.

Pobre de mi, que soy sirviente,

pobre de mi que me pierdo en esta tinta

que te escribe noche y día,

que te busca letra por letra para alegrarte en lejanía.

Siempre, con mi alma entre mis dedos,

Nelson Quintero G.