Desprecio.

Sentimientos encontrados al final del pasillo, tu desprecio como hielo mientras que mi inocente alma trataba de bajarte las estrellas; la distancia fue crecienco y el interés disminuyendo sin esperanza, un oceano de noches me ahogaban buscando nuevas formas de hablarte y hacerte sonreír, como si fueras lo único en el mundo.

Me ayudaste a entender que ya no serás mía, al no estar contigo he vuelto a naufragar y aunque te imploraba que no te fueras, te perdiste de lo más bello. Como notas musicales perdidas en el viento, ha sido la misión de mi destino dejando de lado la dicha en el camino.

Con estas manos que escriben de amor pinté tu rostro entre los secretos de amor, así mismo acepté el caudal de tristeza. Los momentos de mi vida que prefiero pasar en la intimidad. Como la luz escondida que nadie ha visto jamás.

A partir de hoy, te vas por tu rumbo y yo por el mio.

Tu tendrás tus cosas, yo tengo las mias.

Dejaron las cosas de ser cosas nuestras

y las cosas ya serán distintas.

A partir de hoy han dejado mis manos de escribirte,

y mi alma de buscarte,

tu surcarás rios mientras gobierne los mares.

Reíras de día 

y yo amaré de noche,

serás hoja seca y yo primavera,

tu amor ya es un muerto y hay que sepultarlo,

como la flor que se murió.

Se olvidará mi alma de sentirte

y me enseñaré a ya no extrañarte.

Como un niño, como un loco correré por allí, buscando el árbol que me viera cuando niño sollozar, sin vergüenza. 

Nelson Q.