Rubí.

Sonrisa de ángel,

labios de rubí,

bella la tarde que te conocí,

luz del sol camersí.

Volaban ideas, volaban personas,

silencio escondido en la esquina del rincón,

miel amarga de otros colores,

agonía divina del amor sin corresponder.

Fuiste medicina de mi pesar,

tomaste mis labios para hacerlos tuyos

y en el abrigo de tu suspirar llenaste de calor mi frio;

haciendo que el rio corriera hacia el mar.

Inocente princesa con piernas de colores,

entre tus auroras me quiero esconder,

tomar mi vida y colorear tu rostro,

y en esa pintura podernos perder.

Nelson Q.