Ximena

Jamás sabrás mujer de fuego,

jamás sabrás de tu belleza, 

de tu blanca y hermosa sonrisa,

ojos rasgados que hacen aplaudir mi corazón.

Sabor a miel, despacito y dulce;

solo por estar contigo, jamás sabrás.

Tu mirada seduce a las estrellas,

 así brillan más fuerte,

bendecida por el sol,
 tu pelo irradia luz.

Aprendo cosas nuevas contigo,

pero tu nunca sabrás,

no necesito más razones

para decir que al tenerte nos sobra lo que nos falta.

Eres la rosa de fuego que brilla en el desierto,

¿podrías quitarme la sed?

nunca sabrás,

 sin duda eres un oasis.

Hombres, fracasos, intentos van y vienen,

motivos sobran para escribirte este poema,

acaricio tu belleza desde el primer día

y mis alas vuelan para cuidar tus pasos desde arriba.

Y toda esa magia que corre con el viento,

¿a dónde va?

todos esos caballos salvajes

te siguen con la fuerza que solo tu conocerás.

Ese dulce sueño se hará realidad,

abrirás los ojos para verlo,

en la lejanía estarán tus pétalos

que en el centro de la flor siempre bailaremos.

Pero tu nunca sabrás, 

los viajes por el universo comienzan con verte

y al viajar por el infinito me volví a topar contigo,
 después de ver tus ojos, sigo perdido desde entonces.

La vida es un suspiro,

vivo mi día como si fuese el último,

me atrevo a decir que entiendo tu belleza

al ver el brillar de tus labios color rojo cereza.

Te escribo solo a ti,

pero tu nunca sabrás,

no ves lo que hay enfrente

y el tesoro escondido dentro de mi.

Perdámonos en nuestra historia,

forjemos fantasía y romance,

Romeos & Julietas hay bastantes pero quién los necesita,

podemos dibujar un universo con las manos. 

Nunca sabrás,

estoy aquí, te espero,

muéstrame el camino,

que para todo lo demás...

nunca sabrás.

Nelson Q.