Andrea.

Me atrapó tu bella mirada,

me tiene escondido bajo las estrellas;

enlazándolas para formar tu carita

mientras juego en la infinidad del espacio.

Pequeña e inocente, tu sonrisa no miente,

despacio y con cautela volteas a verme,

dulce momento que guardo en mi pecho

y así poder presumir lo mucho que te quiero.

Vuelve otro día y ven conmigo a platicar,

te invito a recorrer los verdes parques,

pon en mis manos tus inquietudes

y usemos a diario nuestras virtudes.

Ojos oscuros, piel morena,

rasgos finos, mujer serena,

de cuál cuento te han sacado

que mi aventura necesita una princesa.

Resaltan los colores que te adornan en la ropa,

pocas personas he visto con tal talento,

sonríe a menudo que es tu mejor accesorio

mientras los suspiros arrancas de mi cuerpo.

Estoy a un paso de caer en la locura,

me hace falta volverte a ver

para sanar los males 

que al pensar en ti me ahogan.

Serán mis raíces un infortunio,

tu del cielo y yo del mundo,

una brecha enorme nos divide

que sean mis letras el atajo perfecto.

Roba mis cartas, corre al ocaso,

presume al viento lo que te doy,

escupe mi rostro o toma mis brazos

pero nunca olvides a donde voy.

Si mañana vuelvo y quieres conmigo,

te sigo invitando a conocer el parque,

si esquivas la brecha que nos divide

te abriré el tesoro que en mi se esconde.

El camino es largo, cuento los segundos,

yo vengo del frío y tu vienes del cielo,

he buscado en el universo

y sigo viendo tus ojos en las estrellas.

Nelson Q.