Reflejo de mis emociones.

Un cuarto oscuro sin puertas,

no hay ventanas, solo preguntas,

la luz no existe ahí,

con la intriga de no saber qué hacer.

Con dios en mi regazo y rezando por respuestas,

los demonios ya se fueron cansados de esperar,

ángeles y arcángeles vinieron a la ayuda

pero sin puertas ni ventanas no han podido entrar.

En algún lugar dentro de mi me he perdido,

estoy en un vacío absoluto,

aquí se pueden escuchar los latídos del corazón 

y el aire entrando por mi naríz.

Tomé el tiempo para meditar

y disfrutar estas largas horas de suspenso y drama.

Tal vez encuentre una forma de escaparme

cuando la respuesta disfrazada de alguien venga por mi.

Todo esto, mi universo dejó de estar en ti.

Decidí burlar los sentimientos y me quedé

sin nada por dentro.

Dejaste de ser lo único de mi mundo. 

Estuve tan enamorado y tan equivocado,

como un insaciable amante,

huracanes, vientos y mil tormentas,

cansado de callar.

Este cuarto oscuro es el reflejo de mis emociones

y es el resultado de darlo todo por seguir lo que se quiere,

es la vida el libro que no se puede leer,

el lenguaje extraño que no acierto comprender.

 Fuíste un sueño fugaz

y para mi pobre corazón fué una eternidad.

Me pregunto lo que habrá más tarde

mientras sigo en la oscuridad.

 Sin miedo al qué dirán, 

mucho menos a los vagabundos demonios 

que rondan en el mundo,

todo cambia y todo gira a mi alrededor.

Y en esta absurda historia de melancolía,

tú has perdido más que yo,

que muchos te podrán querer

pero nadie te querrá como yo te quise.

Nelson Q.

(Pablo Picasso).