Yo.

Veo el mundo que me rodea y no lo conozco,

escucho y comprendo, lo hago y después aprendo.

La vida es pasajera, el tiempo vuela y no se detiene,

no te perdona, no te consuela, no te previene.

Si la vida fuera marea, viviría en una tormenta.

La locura, la odisea, el temor constante del futuro

y la confianza de mi brújula que apunta hacia tierras de grandeza

siempre acaba por convencerme que soñar es buena idea.

Tal vez mis manos se ampollen, me llene el cuerpo de yagas y la piel de cicatrices

de tanto intentarlo, de tanto sufrir por ver a todos felices, por seguir un ideal,

por cumplir promesas que una vez fueron gotitas de llanto, son el carbón de mi alma,

lo que prende la llama de mi pasión, el resumen que me motiva, mi verdad, la luz del día.

Abrí mis ojos para verme de nuevo, para criticarme, para abrazarme,

la competencia más grande que tengo es ser mejor que yo, 

despertar y poder decir que soy mejor que ayer y que fui el ganador de la carrera,

que ahora soy mejor, más preparado, que mis fracasos son el triunfo del mañana.

Los errores siempre contaran por tres aciertos, es lo que critican,

es lo que recuerdan de ti, pero todos olvidan que la vida es así, caprichosa y rebelde,

es un potro sin freno, es la tempestad, es lluvia fina, es un ciclón, ella es así.

Y yo, caminando por toda la ciudad, a oscuras & contemplando la belleza de los colores
vivo asombrado todos los días, por que siempre es nuevo para mi,
siempre es otra faceta, siempre es otro sentimiento, siempre es un regalo envuelto en misterio,
siempre mis ojos cambian de cristal para ver el mundo y tal vez por eso vivo enamorado,
tantas siluetas, tantas formas, tantos colores, tantos movimientos, tantos olores, sabores,
tanta risa, tanto llanto, tanto drama, tantos animales.

Todo esto mientras estoy viendo las palmeras bailar con el viento y la luna como un espejo que me trae recuerdos. Dibujando el rostro de la chica que me gusta con mis dedos al unir estrellas.

Con mucho frío.

Nelson Q.