Veinte años de vida en el mundo.

Todo lo que hice fué porque lo has merecido,
no importaba si llovía o el mundo se rompía,
corria a tu lado mirando al cielo,
pero la distancia es mala y muy cruel compañera.

El tiempo hace daño y es cruel, no tiene amigos,
la existencia misma le tiene miedo,
así como construye también destruye,
es el único que pasa y no se detiene.

Ya no me importan los estrágos de mi persona,
se juntaron los amigos del destino para hacerme una broma,
y cuando se ríen usualmente me dan la espalda,
pero yo también sonrío de lo que hicieron.

No camino por el sendero esperando nuevos horizontes,
camino porque dios me dió piernas,
y lo que encuentro en el sendero me enseña la fortaleza
que tienen mis pies de abrir nuevas rutas.

Las luces del camino parpadean a lo lejos,
puedo adivinar las luces al caminar,
aveces infierno y aveces oásis,
el destino me da la mano del misterio.

No tengo rumbo en mi destino, camino sin dirección,
disfruto el camino por el monte, la sierra y los bosques,
sin tener sentido algúno de mi ubicación
y así saborear el fresco de la brisa matutina.

Soy tan pequeño que el mundo me queda grande,
pero tan apegado a la vida que la puedo escuchar,
me susurra con su voz potente que me cuida al caminar,
las luciérnagas volando me guían con su iluminar.

Me casaré con la dulce delicia del universo entero,
la mayor pasión que existe es la realidad misma,
el poder de la naturaleza es tan letal como fino,
y yo tan insignificante que solamente puedo llorar.

Con tu chasquido me creaste,
vaga una luz en mi inocencia,
tu alma vaga por el inifito como la luz de las estrellas,
y yo ciegamente puedo jurar haber visto su luz.

Martha la madre que me vió nacer,
con su dulce amor forjó mi criterio,
me dió los valores para ser feliz sin importar
el rumbo del destino y el misterio.

Mis veinte años han sido jugosos,
los caminos por el bosque me han amado,
seguiré como tarzán en una isla,
esperando volver a ver el alma del infinito.

Ni Romeo con Julieta me impresionan,
ya he probado la delicia de su vida,
no hubo tiempos que me hallan espantado
y en la espera he encontrado a mi persona.

En el abismo del mar me encontré con un espejo,
me encontré conmigo mismo en la tormenta,
la respuesta de todas las preguntas en el reflejo,
mientras me ahogaba comprendí la moraleja.

No voy a rogar por el amor que vaga en pena,
mi vida es tan valiosa que no la pueden comprender,
me quieren comparar con un cualquiera,
y yo con una flor pinto en la arena.

Veo la realidad como en un sueño,
lo que imagino se transforma en vida,
tomé el cielo y lo llene de estrellas,
con sólo pensar en luna nueva.

No habrá más ilusión, no habrá más travesuras,
la broma que hizo el destino con sus amigos me ha llegado,
esta vez logró captar mi atención.
Y lo que responderé en defensa serán las letras de mi canción.

Que mi canción llegue tan lejos como la oscuridad del infinito,
que el frío vacío me llene de calor y que la realidad se altere en mi pasar,
que los reinos del mundo sigan mis órdenes y que mis manos cuiden del universo.
Que al fin y al cabo mi vida se acabará al final de un suspirar del sol.

Y ahora, después de dedicarle estas letras al universo,
quiero que sepas que a pesar de tus bromas y tu trato,
llevo en mi corazón escondida una bóveda
que se abrirá siempre que admire tu retrato.

Que tú eres testigo de lo que hemos vivido,
que no puedes negar los estrágos que ha hecho el tiempo,
ese tiempo que me hizo sufrir cuando en amor creí,
en alguien que juró que perdíamos los dos si uno se marchaba,
que me consuela con abrazos de distancia,
porque dios da misericordia pero el tiempo a ninguno,
porque el tiempo es el padre de la naturaleza, y la naturaleza se protege.
Yo juro que no lo comprendo, el porque de tu mirar me ha fascinado,
y tener encrustada la amargura de ser fiel al pensamiento.

Aún pienso seguir caminando por los bosques de la vida,
mis pies traen tennis nuevos y yo ganas de seguir,
que la aurora y la brisa me quieren como siempre,
porque quiero regresarle la broma al destino
y lo haré sin dejar de sonreír.

Nelson Q.