Mi dulce guitarra me acompaña.

Me dejaste el sabor del chocolate amargo,
entre más te probaba más me gustaba, 
que droga tan fuerte el cariño.

Entre más te conocía más quería de tí, 
al tiempo me caí de la nube de ilusión,
regrese a la realidad y ya no te encuentro,
regrese a la realidad y quedó el recuerdo.

Probé veneno que me dejó agonizando,
regresé a las calles pero sin romper el código,
la agonía me está matando y yo sin medicina,
que más podía hacer si al cerrar los ojos te soñaba
y el verte me ponía peor.

Varias noches pasé admirandote,
no fué nada bonito, sudaba y me lamentaba,
así es como se siente ahora.

Así se sentía el tratar de cambiar de carril,
mi mente cansada de buscar olvido,
y mi cuerpo vacío sin nada que hablar.

Nunca pude reemplazarte con otra cara,
el dinero tampoco podía hacerme feliz
aunque tuviera el poder del mundo.

El veneno avanzaba hasta agotar mi vista,
me dolía voltear la cabeza, "no vuelvo a probar amor"
gritaba en pánico por la situación tan cruel.

No encontré medicina para mi enfermedad,
si tu volvieras nada podrías reparar,
es tanto ya el dolor que no me interesas más.

He andado por ahí de bar en bar,
gastandome la piel en recordar tu juramento,
y en el final no te podría lastimar.

Agonía que duele pero no me ha podido matar,
y yo que ruego a dios que se lo lleve,
este dolor dentro del corazón.

Tomé mi dulce guitarra como el recuerdo de tu cuerpo,
y al rasgar sus cuertas le pedía que me acompañara,
que mis canciónes se lleven todo lo que me sobra.

Y tarde o temprano detuve mi andar,
y todo lo que tuve se fué,
el alma aferrada a un dulce recuerdo
que lloré otra vez.

Nelson Q.


Comentarios

Entradas populares

Spotify