Escribirte.
Tus ojitos me ven
desde lejos
y una sonrisa se
escapa de tus labios,
mis brazos se
extienden por el horizonte
para que olvides
penas y tristes recuerdos.
Cuando callas y
pareces ausente
tus manos se cruzan
con las mías,
acaricias mi rostro
dibujando fantasías
que me traen la calma
de un niño inocente.
Eres la luz de mis
poesías,
no son verbos
solamente,
mi camino, mi
estrella, mi sol latente
que marcan los días
al despertar.
Te quiero como no
imaginas,
verte se volvió mi
mayor vicio,
tu risa llenó mi
espacio, olvidé las lagrimas
para ofrecerte lo más
lindo de mi oficio.
Escribirte.
Nelson Quintero González.
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