Preciosa.

Eres asombrosamente preciosa,

no existe palabra que pueda usar para describirte diosa,

la niña más linda en la faz de la tierra,

un misterio, una pauta, una incógnita en mi libreta.

Los colores te adornan como la luz a las estrellas

y aunque me quemas los ojos yo no ausento las miradas.

No conozco penumbra ni sentimiento más profundo

como la rapidez del tiempo segundo a segundo cuando estoy contigo.

Nuestro amor de madrugadas y las miradas atrapadas,

te beso como metralleta por que no conozco mejor sensación

que besar tu piel de seda y tocar tu corazón

mientras con ternura me robas los suspiros.

Tu perfume vuela por el viento y el viento vuela conmigo,

en tus manos las mías para cubrirlas como un guante,

el punto y aparte de las viejas aventuras y los nuevos recuerdos

para rayar en el cielo nuestras más grandes locuras.

Y así poder mostrarle al mundo que cuando el amor toca la puerta

no hay otra ley ni otra fuerza

como la de un hombre enamorado

de tu dulce silueta, de tu luz interna, tus ojos pequeños,

 tus manitas arrugadas, tus dedos chuequitos.

Convertirme en rey.

Nelson Quintero González.