Flores.

Te regalo estas flores, las corté de mi jardín,

al ver que brotan los capullos y se abren con el sol

me recuerda que en la vida la belleza se termina

y la juventud es como el rayo que no tiene control.

Las he pintado, inmortalicé su belleza en un lienzo

al igual que inmortalizo nuestro amor en un papel...

que tu belleza pasajera no nos quiebre

y que in fraganti sean los besos de tu miel.

Como esferas de cristal caen las gotas desde el cielo,

nos mojan el rostro, nos brindan consuelo,

que el pasaje en nuestra aventura sea largo y no breve,

que tus besos eternos y mi cien se haga nieve... al envejecer.

Te amo, lo digo con cautela,

tu risa leve provocó mi suspirar

desde el primer momento en que te vi venir...

tus manos se movieron como el mar

y la luna se posaba sobre mi.

Pequeña, de humor suave y ojos claros,

corramos agarrados de las manos

que la carrera es larga y nuestro tiempo finito,

que mi amor bendito está a la espera de ti.

Nelson Q.