Niña hermosa.
Guardé varias miradas
para el día en que me besaras
y como ya me has conquistado
fui yo el que te ha besado.
Giras en mi vida como viento
que nunca se detiene y se pierde,
en un sin fin de intentos
te conviertes en un mar de sentimientos
Mi suspirar, mi tiempo,
me encanta adorarte por las mañanas
para terminar amándote antes de dormir
y todos los días volverlo a repetir.
Aunque se pierde la rima en el verso pasado
son cosas que no se han olvidado,
cosas que atesoro para ofrecerte
y en el futuro con más ganas vuelvo a verte.
Que tus besos... mi niña hermosa
son la belleza de nuestra historia,
tus ojos pequeños mi razón de ser
que bajo los míos eres un infinito de mujer.
Te querré y adoraré con alegría
que tienes mi ser y mi infinidad,
siempre podré ver la luz de tu bondad
con la que desvistes mi alma con tu lindo suspirar...
Nelson Quintero González.
Mi niña hermosa, mi Alejandra.
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