La bóveda en el paraiso.

Llamadas, mensajes, aumentan las ganas de verte y darte un abrazo.
El tiempo es eterno y los momentos son fragmentos infinitos por el bosque de la vida.
La vida es tan corta como un soplido del sol, tan insignificante que hace que lo que pensamos se traduzca en un recuerdo de la existencia.
Todo parece tan normal, pero cuando te veo, la vida comienza a cambiar de sentido.
El tiempo deja de ser eterno y se comienza a detener, los momentos comienzan a ser monumentos grabados en mi pensamiento, la vida pasa de ser un soplido a aferrarse a la realidad y vivir para siempre a tu lado. Tu recuerdo perdura en mi memoria junto con el recuerdo de todo lo que amé.

Quisiera saber cómo llegar a tu corazón y tomarlo en mis manos, lo cuidaría mejor que la manera en que cuido mi propia vida, con todas las fuerzas, con todas las ganas, con toda la pasión, esa que te impulsa a salir adelante y seguir enamorado.
Los seres místicos e imaginarios que abundan en la noche y en los sueños cobran vida si tu estas. La realidad se altera y mi mundo se transforma con solo verte. Me vuelve la edad al cuerpo y al mismo tiempo me siento como un niño jugando con sus amigos, esa alegría, la causas tú.

Mi mente creativa vuela por el infinito imaginando miles de cosas junto a ti, más allá de lo bueno y lo malo, más allá de una obsesión, es un solo amor, un solo cariño, esperando para que lo tomes.
El alma está en una bóveda en el jardín del paraíso, todos pueden pensar en ella, las personas eventualmente llegan y la conocen, recorren ese jardín y lo disfrutan, pero nadie se ha detenido a querer comprender cómo es esa caja fuerte que detiene a mi alma de poder querer con pasión y de ser libre. 

Te obsequio total libertad de abrirla, tienes la llave, la llave que ha pasado de persona en persona con afán de abrir mi bóveda, pero hasta la fecha no la han abierto.
Mi pecho es de piedra, aunque mi mente vuele por los cielos superiores, mi corazón se expresa con mis dedos al comenzar una escritura pero no soy tan expresivo con mi conversación oral, así son mis días.

Y al fínal de mi odisea, no se sabe a ciencia cierta si el príncipe se queda con la princesa, la trama de esta obra de mi vida no ha tenido un desenlace, tu recuerdo es tan vívido y tan nítido que no sé si al final de esta página llegue a escribir tu nombre en un encabezado.
Espero que sí, porque tu nombre hace bonita mezcla con el mio.

Nelson Q.

Comentarios

Entradas populares

Spotify