Ladrona.

Ladrona.

Ladrona que robas almas y encadenas pensamientos, dejé de ser el mismo desde que te vi por primera vez, bastó con mirarte para que robaras lo que más cuidaba y además lo hiciste tuyo.

No te importó que sería de mi y yo nisiquiera conocía tu nombre, tan natural como las abejas siguen a las flores, así mi alma se fué junto a ti. Con el tiempo mi cuerpo comenzó a sentirse vacío, sin alma y pensamiento, mi vida giraba junto a tu recuerdo, como el veneno que agonizaba por mi piel.

Tomaste mi riqueza, mis más preciadas posesiones, la tomaste de la manera más sencilla, lo hiciste inconciente y sin esfuerzo. Puedo decir que fué automático, que inclusive yo tuve  la culpa, te puse mi alma y mi pensamiento en las manos y tu ni te dabas cuenta. La ironía más grande es que aún siendo la dueña de mi pensamiento haces que mi cuerpo siga tras de ti, como el mendigo siguiendo al pan, como la noche al día, como el ocaso en el atardecer, no te bastó con ser dueña de mi pensar también quieres ser dueña de lo demás. 

Eres ladrona de mentes y almas, eres el sueño de mi corazón, la persona que veo al final del camino y  alegra los días en mi amancer, eres arte fino que camina en la tierra, un abrazo tuyo me pone a temblar, de todos los bienes que existen en el mundo la mezcla perfecta entre el cielo y la mar. 

Nelson Q.