Te di mis letras.

Son dos cosas, unas blancas y otras rosas.

Las primeras son mi vida, no sé las segundas.

Tal vez sean los regalos que recuerdas.

Como los poemas, los mensajes & las pinturas.

Te di mis letras, te las dí.

A lo lejos viste un hombre sentado.

En tu cabeza me dibujaste, ya triste, ya cansado.

Te di mis letras, te las dí, también de razones para sonreír.

Mis versos tristes como palabras de un amante

han llegado a ti como monedas de oro en tiempos de hambre.

Te di mis letras, te las dí.

Y desde entonces comprendí que tu amor es sinónimo de costumbre.

Me gusta verte por que siento suerte,

entre más te tengo más pienso en la muerte.

Cuando te marchas, cuando me dejas, cuando dejo de verte.

Te di mis letras, te las dí.

Estoy cruzando nuevos mares de locura

buscando que no naufrague mi vivir.

Me siento cansado de soñar y estoy en la amargura

esperando que tu decidas regresar y conmigo huir.

Te di mis letras, te las dí, y puedo irme mañana mismo,

puedo olvidarte con gran infortunio,

para demostrarte que el pacto fue contigo

y no con dios, que a fuerzas no será.

Te di mis letras, te las dí,

los colores del oasis, las nubes grises las conseguí.

Te di el café de mis ojos y lo fiel de mis instintos,

y tu jamás un quizás, jamás un tal vez, me llenaba en sentimientos.

Te di mis letras te las dí,

como se entregaba la sal con el mar.

Como la luz al tiempo con las ganas de amar

con la fuerza de vivir aferrado a ti.

Ya no te quiero, tal vez,

o si te quiero & en cantidad.

Te di mis letras te las di,

por que no existe un después

y en lo demás me vale madres la amistad.

Nelson Q.