Amor abstracto.

-Estando ahí sentado frente a ti me siento desangrar sin poder platicar, tratando de decir que me importas y que quiero ser el hombre de tu vida...(murmuraba el protagonista)

(Ella sin embargo, parece no existir pues no siente interés por el luminoso caballero, ni siquiera responde a su llamado).

-Tal vez somos un mundo muy interesado, no volteamos la mirada a las personas que han fracasado, buscamos el confort siempre, buscamos belleza donde no la hay. Buscamos que todo ya este listo para facilitar nuestro vivir. Que pena me daría vivir asi. (se dijo a si mismo).

-Han sido muchas las veces que he tratado marcharme ya de aquí, de este cariño que no es bien correspondido. Volver a cabalgar el viento en mi caballo y que el horizonte sea mi destino, ser el depredador de la selva que llamamos vida y seguir innovando e inspirando gente a cada paso, para al final tener tranquilo el corazón y al fin podré gritar lo mucho que luche por ti.

Soy el hombre que te observa desde lejos y que admira cada pedazo de ti, cada parte de tu día es de asombro, cada pétalo en tu alma es parte de lo que cuido en mis desvelos, cada trazo de tu sonrisa muestra mi camino, y tu que todo lo tienes y nada has querido, has sido muy despreocupada conmigo, crees conocer el mundo sin poder identificar la riqueza que tienes junto enfrente, he llegado muy lejos para llamar tu atención y en estos días de intriga he dibujado tu rostro en las estrellas, he llegado hasta dios para contarle de ti, como los rios que llegan al mar, con los brazos abiertos.

He sido el volcan que escupe fuego, pasión en mis labios que sale de mi pecho, el calor ardiente por hacer de nosotros los más felices, cumplir tus sueños y alcanzar tus metas, todo esto sin pedirte nada a cambio, sin cobrarte nada, solo por el hecho de hacernos felices, necesito de ti para complementar mis sentimientos, para estar más cerca de la perfección, para tallar este mal hasta transformarlo en una obra magnífica que lleve tu nombre y sea adorada por todos. Eres la razón de mi esfuerzo y mi constante trabajo para mejorar, para sobresalir, para llegar más lejos de lo que jamás imagine, sigo mi ideal como si fuera el único motivo de mi existir, mi razón absoluta, y todo lo hacía pensando en ti, has de saber que el día de hoy no pierdes una oportunidad, no pierdes nada quizás, porque no te ha interesado mi presencia, pero en realidad pierdes tantas cosas que me apena por ti, me duele que has tenido mi mundo, mucho más de lo que podía imaginar y tan solo tuviste las ganas de conocer mi nombre, tuviste el atrevimiento de ignorar mi virtud, la grandeza del espíritu, una mujer es gloria, el alma de los hombres, el esplendor que ilumina el camino. Yo le pedía a usted dama, que me permitiera servirla, poderla llevar en mi corazón y poderle dedicar cada una de mis victorias e implorarle si soy derratado, y si al final doy mi vida, que me permitas darla en el sagrado nombre tuyo. (Le dijo mientras ella en el infinito se perdía). 

 

Fin.

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Nelson Q.