Cariño, viejo amigo.

Este cariño que siento se ha vuelto un viejo amigo,

no me exige, me persigue, me cuida & me enseña,

las cosas de la vida son pasajeras y vanas, 

nada en realidad importa, amamos sólo las cáscaras.

Nací siendo un alma disfrazada con un cuerpo,

en la rifa fui bendecido sin defectos, con dos piernas y dos brazos,

con un rostro, un ser imperfecto, plantándose retos,

con el propósito de llegar tan lejos como el pensamiento de los descontentos.

Influenciado por el hubiera, tu y quién, 

con quién viviría mis fantasías y mis tonterías,

presentando la verdadera belleza de unos ojos

plasmados en el fondo de mi taza de café mientras escribo mis motivos.

Tan audaz como los sentimientos encontrados al nacer,

arraigados por cadenas que nos navegan hasta morir,

sin fantasmas, sin enigmas, sin misterios, solo el partir,

caminar por la vida con una sonrisa y la voz.

Cariño, viejo amigo, fiel sentimiento, te presentas como ofrenda,

te regalo a mis seres más cercanos y a la más hermosa,

ojalá te pudiera encadenar y decidir que hacer contigo,

como la espina en los rosales, luz y noche, estómago y ombligo.

Soy el bandolero forajido por el destino,

escritor de vidas y de aventuras,

describo sentimientos como si fueran dulces,

contar historias para que vivas mis maravillosas fantasías.

Encontré una mejor vida y la comparto,

sin mencionar la vida que tenía contigo,

con este frío de Enero, sólo tu luz me calienta del cielo azul,

aunque las pirámides se hagan sal, sigo buscando en tus ojos mi luz.

Que tonterías esas de buscar cariño en desespero,

si el cariño siempre ha sido un viejo amigo,

mi brújula en el mar, mi barco y mis estrellas,

me llevan sin fronteras a nadar con las sirenas.

Nelson Q.