Italia.

Hace días tuve un sueño, el sueño de recorrer las calles italianas de la mano de una hermosa mujer mientras aprendíamos su cultura y abrazábamos con singular pasión sus paisajes. Veo a Italia como el hogar de la belleza, belleza que ha dejado el hombre a través del arte, sin lugar a duda es la cúspide que el artista busca cuando traza sus pinturas. Mi sueño lejos de ser erótico era muy misterioso, con mucha pasión respiraba muy profundo para guardar en mi memoria el olor de las calles, la mujer hermosa gozaba todos los bienes que le proporcionaba mientras que yo disfrutaba su presencia, soñé que me tatuaba en Venecia la figura de un gato, lo hice en mi espalda baja y el gato estaba buscando otro gato, el gatito que ella se tatuaba en su espalda. Mis deseos más profundos salieron a relucir mientras estaba dormido, disfruté los bellísimos automóviles en los que nos transportábamos y los lujosos yates en esas claras aguas de Sardina.

En estas letras describo lo que soñé, un hombre que decreta luchar para que se vuelva una realidad, que mis acciones quiebren las cadenas de lo que es real y lo que no es real, que mi alma nunca se limite y mi pensamiento nunca deje de crecer. El momento es para hacer el bien sin esperar nada a cambio. 

Al final de cuentas mi cuerpo es carbón, es frágil, es papel y algún día alimentará estas tierras pero mientras mi alma siga retenida  y mis siete chacras sigan fluyendo yo seguiré intentándolo, vivimos una realidad tan frágil y nosotros mismos somos tan volátiles que cada quién somos responsables de reírnos sobre nuestra historia. A decir verdad, somos el reflejo de lo que nos hace falta, lo que más buscas es lo que menos tienes, lo que menos valoras es todo aquello que abunda en tu vida, hay pobres tan ricos que no necesitan mucho para ser felices y hay ricos tan pobres que jamás sabrán valorar lo que tienen. El tema siempre es relativo.

Nunca hay falsedad en una mirada pero hay mentira en una sonrisa.

El error más grande es buscar el centro del universo, todo se expande, todo se mueve, todo se atrae y se repele. En un universo en expansión no existe un centro, y como tal, la luz que recibimos de una estrella tardó millones de años luz en llegar, de que sirve regalarte una estrella si posiblemente para cuando su luz toca la tierra ya esta muerta. Es triste saber que las personas como yo no somos felices, que tengo que cuidar de alguien para sentirme pleno, que mis estrellas siempre están apagadas. Físicamente no están apagadas pero ya no es la misma luz. ¿Será que mi luz también cambió?.

Mi propia terapia sobre la vida yacen en mis letras, mi cruel pensamiento sale a caminar para calmar las penas que ahogan mi pecho. Una cosa lleva a otra.

Tal vez el conjunto de lo que soy son nada más que las lecturas y los pensamientos de otros buenos y viejos autores. Lo que se sabe es un vaso de agua y lo que no se sabe es un mar, sabias palabras de Newton.

¿Vale la pena? No se si vale la pena sacrificar todo por ser alguien tan importante como Einstein o Newton pero si puedo salvar una vida merece todo mi esfuerzo. Si puedo juntar todo el dinero del mundo y ayudar a muchos niños, acabar con los problemas sociales o simplemente recibir la sonrisa de mi prójimo sabré que valió la pena.

Decretarlo en un papel siempre será más poderoso que pensarlo o gritarlo en voz alta, los medios no los tengo aún, ni tengo la menor idea por donde comenzar pero tengo lo más importante, un ideal y una voluntad inquebrantable. 

Y así es como un sueño termina describiendo una vida, vida que termina siendo nada bajo los ojos del tiempo y tiempo que termina haciendo falta cuando vemos los recuerdos volar.

Si has llegado tan lejos al leer mi pensamiento quiero agradecerte fuertemente que tomes el tiempo para leer mis aventuras. Espero que vuelvas pronto al blog y disfrutes de esto que es tuyo y esta hecho para ti. Que tus comentarios me sirvan para mejorar  y tu crítica sea para moldear mi carácter. Gracias lectores.

Nelson Q.