Solo.

De nuevo con la soledad, humilde amiga,
viajo con el corazón abierto y mis manos raspadas
por todas las caídas que he tenido al tropezarme con la vida,
por todo el peso del agua en el río que al nadar cuesta arriba 
además de cansado es doloroso.

No busco consuelo en el futuro ni pretexto en el presente
al vivir los días en la carrera contra el tiempo,
tiempo que fluye en un fuerte caudal salvaje
mientras vivo en la ignorancia al no saberlo aprovechar.

 Mis ojos cafés observan el horizonte, es un bello atardecer.
Sus colores reflejan la brevedad que tiene la belleza
y mi alma intranquila se toma un respiro
al dar cuenta que esa brevedad a todos nos llega.

Sigo sentado con la mirada perdida y el pensamiento en el aire
como palomas que relampaguean el cielo nocturno,
recuerdo las palabras de mi abuela sobre el mundo
y las advertencias de dejarse llevar por las apariencias. 

Tal vez, solo tal vez, estoy solo por placer,
es la indiferencia de los cuerpos y el poco pensar de una mujer,
tal vez ese tiempo que corría tan fuerte nos volvió distintos
y tu, que no le aprecias, no te has percatado que esta aventura 
es tan solo un recuerdo muy largo.

El sonreír de la mañana toca mi frente,
la primera luz de la alborada y sus rayos en el horizonte,
la noche mi abrigo y las estrellas mi consuelo
a la espera de encontrar otro desvelo en el incomprendido momento de la virtud.

Nelson Q.




La mayor parte del tiempo el hombre sentado en esa silla soy yo, la eterna soledad viene con nosotros al nacer junto con la muerte y somos nosotros los que decidimos como responder. Preferiría obviamente haber gozado de una dulce compañía que me cuente sus problemas y endulzar su día con unas cuantas palabras de alivio pero por desgracia no todos tenemos la virtud de ver con los ojos del alma y enamorarnos de la pura esencia del ser. Somos tan buenos y tan malos como se nos antoje y tan ignorantes como un vaso de agua contra el mar, carece de sentido el soñar cuando le cuentas tus anhelos a esos que no tienen alas y las tuyas por volar tan alto se funden con el calor del sol o se mojan por volar tan bajo y te ahogas en el agua. (Referencia a la vieja historia de Dédalo y su hijo) Considero, humildemente, que el cascarón humano es lo que nos protege de mostrar al mundo nuestro brillo interior y es por ello que los pocos que se animan a conocer lo que llevamos dentro son los dichosos o malaventurados viajeros que viven para contarlo. He intentado muchas veces dejar un rasgo de virtud en el mundo y también he tratado de buscar una mujer hermosa & de buen corazón, como ven es muy complicado ver lo que existe por debajo de la piel y por la misma razón quizás he tenido malas decisiones sobre quien enamorarme. No he sabido entregar mi interés a la persona correcta ya que siempre he seguido una estrella fugaz cuando tengo en mis manos el poder del universo entero. Si mi rostro o mi cuerpo no son gratos de su compañía entonces todo estuvo mal desde el principio y es por ello que la brevedad de la belleza se ejemplifica con la fresca alborada y la sensación del atardecer es el declive de lo bello que fue la vida, como piezas de ajedrez.
Es tan sublime como las burbujas del café pero tan amargo como el zumo. Es tan alto como el eje infinito de Y y tan cansado como quitarle todas las semillas a varias sandías. Así son los sentimientos, tan diferentes, tan abstractos y algunos adversos pero necesarios. Esta carta es la del hombre de la silla, del hombre que piensa que lo amargo hace valorar al dulce y que si no hubiera soledad jamás podría valorar lo bonito que es tener compañía.
Nelson Q.

Comentarios

Entradas populares

Spotify