Llaves de mi alma.

Estabas tan calmada que me atreví a retratarte 

y te volviste imagen viva en mi memoria.

Callada, como callan las aves por las noches

al cuidar su nido de las adversidades.

Mi sonrisa abrió tus ojos y su luz me alegra los días,

aprovechamos estar solos para amarnos a escondidas

& seguirnos viendo, para seguir gozando el juego de querernos...

ignorando el mundo & la crueldad de la lejanía.

Existe un mar de amor entre nosotros, no se alcanza a ver el otro lado,

me he gastado el tiempo y el cuerpo para crear un pequeño barco.

Remaré hacia ti y seré tu fiel esclavo, el servidor de tu palabra y pensamiento,

no importa donde nos lleve el tiempo, 

no me importa si es la tierra o el infierno nuestro destino.

Coqueta, demonio de mis tormentos, reina de mis lujurias y fetiches,

me volteas el pensamiento, te pienso y parece que no es cierto

al saber de tu existencia y que no eres personaje de la invención de un cuento,

que maldición estoy pagando que no puedo malgastar un sentimiento.

Aveces eres tan seca que mi alma se agacha,

aveces eres tan fría que me provocas tos,

aveces quisiera tener la virtud de robar tu corazón

para cambiártelo por mis ojos... que te veas y vibres igual que yo.

Aveces quisiera robarte un beso, que sea eso,

que tu beso bandido como un tornado acabe conmigo,

 que robe lo que llevo puesto por dentro

para irme al lugar que van las mariposas

en su vuelo hacia el sur cuando llega el invierno.

En estas 21 primaveras no había sentido tanta fuerza en mis latidos,

tus ojos verdes son mi selva y las garras de sus tigres me están acabando

en cada parpadeo y en cada suspiro que al escucharte me brota.

Pobre de mi, sin razones ni motivos para pensar que me quieres.

En tu mundo soy un cualquiera, por cada mujer como tu tal vez hay cinco como yo,

Tonto de mi que te escribo poemas, melancólicas letras impresas por un corazón afligido.

Pobre soy al pasar cada día sin ti y crece la luna llena con el sabor amargo de mi soledad.

Astros que dejan de brillar cuando no estas.

A la brevedad que me desviaba del tema, vine a confesar.

Le pido a la luna que sea tu guía, que el viento te abrace y el sol te de abrigo,

que el agua te llene, que el alimento no te falte y para lo demás,

aquí tienes las llaves de mi alma.

Nelson Q.